PorNOgrafía ¿Qué sabes de la industria?

13.11.2019

Ariday Azuaje

Hazte esta pregunta: ¿Influye la industria del porno en la concepción del cuerpo, coito y sobre todo, en cómo tratar a la mujer? Ahora lee, y sigue informándote sobre el tema para tener un punto de vista claro y una idea propia del tema... y elegir si realmente debes contribuir a la industria pornográfica o ayudar a modificarla

"El término pornografía o porno (en su forma abreviada) hace referencia a todo aquel material que representa actos sexuales o actos eróticos con el fin de provocar la excitación sexual del receptor". Esta es la definición según internet de pornografía.

Y aunque parezca mentira, sí, socialmente la pornografía incide principalmente en eso: excitar mediante actos eróticos y mayoritariamente sexuales a la gente. Pero la desinformación alrededor del porno es atroz. No se conoce ni la mitad de las mentiras que hay detrás de él.

La pornografía visual (la más recurrida por los consumidores) acarrea un abanico gigantesco de aberraciones en cuanto a la libertad sexual y los estigmas que perpetúan la función de una mujer en el mercado sexual.

"Ya no tienes ni que buscarla -dice Hayley, una chica de 17 años-. Ella te encuentra a ti."

La historia de la pornografía no siempre estuvo marcada de las infinitas amenazas de las que se encuentra magullada hoy en día. Es verdad que históricamente su propósito era satisfacer la mirada y los sentidos de aquellas personas que consumían contenidos pornográficos, pero en ese momento se trataban de representaciones pictóricas con desnudos, personas manteniendo relaciones sexuales y similares. Se quedaban en meras representaciones que a veces no tenían nada que ver con la realidad. Pero como todo, la pornografía y sobre todo la industria del porno por internet se ha desarrollado, aprovechando tecnologías, hechos y sobre todo precariedades sociales.

Para comprender mejor el funcionamiento de esta industria, hay que dejar claro que la pornografía (cishetero) está arraigada a los pensamientos e inquietudes de una sociedad machista y patriarcal. El patriarcado refleja en la mayoría de 'filmes' pornográficos los deseos y voluntades de los hombres cisheteros, derogando a la mujer a un segundo plano, y no literalmente, porque son las mujeres las que más se ensalzan en el porno, sino en el sentido de objetivación. Las mujeres en el porno son objetos. Las usan, las colocan y hacen de ellas un producto casi perfecto para el consumidor y por consiguiente su satisfacción.

De este hecho derivan directamente un sinfín de abusos y maltratos en la industria. Las actrices son de usar y tirar si no triunfan de manera escandalizada, pero para triunfar hay que pasar por lo peor y dejarte utilizar como los directores y el público decidan lo debe hacer para alcanzar un estatus tolerable dentro de la industria.

Este tipo de abusos versan desde felaciones obligadas en las que si vomitan son obligadas a comerse su propio vomito hasta violaciones grupales a una sola chica. Normalmente, las chicas que pasan por este tipo de maltratos están coaccionadas ya sea por el dinero o la seguridad ante estas industrias y son obligadas siempre a firmar un acuerdo en el que autorizan hacer casi cualquier tipo de brutalidad. Hot Girls Wanted, un documental estadounidense del año 2015 (Netflix), trata de entrevistas a un grupo de jóvenes que se dedican a la pornografía. Relata la vida de varias actrices del cine porno de 18 y 19 años y su corta trayectoria debido a los engaños y maltratos dentro de la industria. 

Como este hay muchos documentales y testimonios que denuncian las mafias del porno y como estas se aprovechan de jóvenes sin recursos para producir películas y enriquecerse a costa de estas.

Además de los infinitos horrores que hay detrás de videos de no más de quince minutos, el porno ofrece una imagen de sexualidad y de los actos sexuales totalmente equívocos. Las mujeres por lo general son chicas jóvenes e ilusas, con cuerpos perfectos y con todo 'en su sitio', mientras que los hombres pueden tener el aspecto que sea, ya que no son el foco de atención ni deseo. En el porno no hay estrías, no hay tacto no hay cuidados, no hay diversidad de géneros sin caer en hipersexualización; no hay realidad.

En definitiva, la industria pornográfica acarrea infinidad de ideales adversos a las libertades y realidades sexuales. Crea un ideal de sexualidad inexistente y despreciable el cual lleva la mayoría de las veces a confusión y perpetua dichos estigmas, que sin duda alguna lo único que hacen es dañar y crear inseguridades en las personas que consumen estos contenidos.

Es necesaria una educación sexual que enseñe a los menores y a las personas más susceptibles a evadir estos contenidos surrealistas y aprender a diferenciar entre lo que es real y lo que no. No podemos nutrirnos de contenido que ofrece una 'realidad' machista, sexista, patriarcal y pedófila, y mucho menos dejar a los jóvenes a merced de este tipo de contenidos, los cuales son más accesibles cada día.

El porno tradicional es algo a lo que muchas personas recurren de manera cotidiana, ya sea por costumbre o desconocimiento. Por ello es necesario que las creaciones de contenido pornográfico sean leales a la realidad física, a la diversidad de géneros y sobre todo que haya libertad de elección y decisión por parte de las personas que deciden participar en los contenidos pornográficos. Ni la pobreza ni las precariedades sociales deberían empujar a una persona a exponerse sin quererlo y ni tú ni yo deberíamos excitarnos con maltratos, abusos y mentiras.

Deconstruir o erradicar la industria.

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