"La sexualidad que nos atraviesa es un modelo coitocéntrico, heterocéntrico y capacitista"

Entrevistamos a la sexóloga Nuria Cano para hablar sobre su profesión, sobre la sociedad sexual y la idea del amor líquido.

Entrevista: Paula Rubio

Edición: Sara Silvar

Hablamos con Nuria Cano, sexóloga, terapeuta educacional y payasa -palabras textuales-. Se dedica a la educación sexual, forma a trabajadores del campo, trabaja mucho con personas con diversidad funcional o colectivos LGTBIQA+, con familias con niños pequeño a través del AMPA, y en colegios e institutos centrándose en cómo dar las pautas sobre sexualidad desde esa edad. Hoy vamos a hablar sobre la cultura actual, la sociedad del amor líquido y las consecuencias sexuales de ambos conceptos.

¿Que diferencias generacionales ves en tus consultas? ¿Hay muchas diferencias en las preocupaciones sexuales dependiendo de la edad? ¿y del género?

No hay tanta diferencia, si pensamos en que la mayoría de parejas que acuden a consultas son de entre cuarenta y pico y veinte pocos. La mayoría son parejas heterosexuales, en estas personas el denominador común es qué es lo que les pasa, porque no cumplen lo que se espera de ellas y elles en su sexualidad en el modelo coitocéntrico que está establecido. Todas las dificultades giran en torno a "yo no soy normal porque no puedo penetrar", "yo no deseo la penetración"... Como todo se centra en el coito hay muchas personas que no se ven en ese modelo o que no cumplen con él, entonces es cuando vienen las dificultades. Ahí no habría diferencias con personas homosexuales, pues por lo general en chicos gays también hay un modelo muy cerrado, una masculinidad y un estereotipo muy fuertes. También hay un machismo importante, por lo que también vienen con dificultades del tipo "a mí no me gusta ser penetrado" o "yo no cumplo este modelo de macho ibérico empotrador", y también tienen dificultades porque se sienten menos hombres.

En parejas de lesbianas lo que más nos encontramos son relaciones en las que por diversos motivos hay una pérdida de deseo. El deseo es algo que se cumple en cualquier pareja y que también genera muchos problemas. Tenemos muchas personas en consulta con pérdida de deseo en su pareja, en su relación sexual o multicausal.

Respecto al género, la mayoría de los hombres que vienen a consulta son hombres cis que quieren tener su pene con una penetración estupenda, fantástica, maravillosa. Penetrar durante X tiempo o el que consideren normal. Porque hay gente que viene con coitos larguísimos, y esto les genera dificultad para ellos y para sus parejas; o personas que eyaculan antes de lo deseado o no tienen una erección tan potente o tan estupenda como les gustaría.

¿En qué medida crees que ha habido una liberación sexual en las últimas décadas? Y de haberla habido, ¿crees que esta nos ha hecho sentirnos más seguras al practicar relaciones sexuales o por el contrario nos ha creado más inseguridad?

La llamamos liberación sexual, pero desde mi punto de vista es falsa, al final el modelo imperante, el modelo de sexualidad que nos atraviesa a todas las personas, incluso a las personas que no somos heterosexuales, es un modelo coitocentríco, heterocéntrico y capacitista. Hay muchísimas personas que no disfrutan con este modelo. Es verdad que ahora tenemos mucha más información, internet es una fuente maravillosa para esas personas que se salen del modelo, pero todavía hay sexismo en la publicidad, sexismo en las películas, hay un machismo que lo impregna todo. Además, respecto a lo erótico y a lo sexual hay unos cuerpos determinados, unas prácticas determinadas, que todavía no nos hacen liberarnos. Lo que hace que haya muchas personas que vienen a consulta pensando que tienen un problema, y el problema realmente es social por esa idea de la única manera de disfrutar de tu sexualidad.

¿Qué importancia se le da a las relaciones sexuales a la hora de mantener y construir una relación sentimental? ¿Crees que ha habido un cambio en las últimas décadas?

Ahora más que antes en esta sociedad de consumo consumimos, valga la redundancia, más cuerpos, o por lo menos hablamos más de eso. Quizás antes se quedaba más en la intimidad, ahora está más expuesto. Pero aquí sí que hay una diferencia por género, porque todavía las mujeres con este sistema patriarcal se nos sigue juzgando si vamos alardeando de que nos enrollamos con un montón de personas, o que si tenemos relaciones abiertas se nos va a enjuiciar más que si lo dice un hombre, sobre todo si es cis. En este consumo sí que puede haber ese cambio que hace años no pasaba. Antes la idea era de tener una pareja para toda la vida. La misión de las mujeres en la vida era conseguir un marido y construir una familia, aunque luego el marido pudiera tener vidas paralelas, amantes... pero las mujeres no. Pero esto se sigue manteniendo, porque la que se enrolla con un montón es una zorra, y el que se enrolla con muchas es un campeón. Esto todavía no nos lo hemos quitado de encima.

La mayoría de las personas se educan sexualmente a partir del porno, ¿qué consecuencias tiene esto en las relaciones sexuales que mantenemos? ¿Qué otros referentes hay? ¿Cuales eran los referentes antes de internet?

Tenemos demonizado mucho al porno, y al final pensando que es la única fuente de educación sexual se nos olvida que no estamos haciendo nada por ella. Si hubiese programas de educación sexual, si se enseñase al profesorado y a las propias familias a cómo acompañar la sexualidad de las criaturas desde que son peques, no tendríamos que demonizar al porno, ya tendríamos una formación previa. Lo que pasa es que esa educación sexual no existe, y muchas veces la curiosidad nos hace llegar al porno. Muchas personas se pueden creer que luego es eso lo que puede pasar en la cama. Es verdad que muchas adolescentes se están quejando que se acuestan con chicos y estos realizan prácticas que han visto en el porno. La educación sexual también es que no nos hablen de educación sexual, lo que hace que se generen miedos y tabúes, ese silencio es lo que hay que romper.

El porno mainstream es lo peor, puesto que genera desigualdad; hay unos cuerpos determinados, unas vulvas casi de muñecas Barbies y cosas que son muy horribles. Pero si lo pensáramos como algo que vemos para excitarnos sería fenomenal. El problema es que no hay educación central de base, ni estamos preparados para hablar de ciertos temas, de ahí que se generen estos mitos y estos tabúes.

¿Cómo han cambiado las nuevas formas de entender el amor las relaciones sexuales?

Bauman habla mucho de la sociedad líquida y la sociedad de consumo. Esto afecta también a la hora de las relaciones, parece que cuanto más relaciones sexuales mejor. Vuelvo a apuntar el tema del género, no es lo mismo ser una mujer cis u hombre cis, y no se te va a permitir el consumo igual. Por suerte, ahora conocemos y sabemos más, gracias a internet hay gente que puede encontrar sus iguales, por ejemplo en cuanto a relaciones abiertas, poliamor... Hay una serie de personas que están encontrando en este tipo de relaciones su lugar. Parece que ahora se le está dando más importancia a este tipo de relaciones o vínculos, se están haciendo jornadas y congresos.

¿En qué medida la liberación sexual de la mujer la ha liberado también del mito del amor romántico?

El amor romántico es la lacra del siglo XXI y de todos los siglos. Crecemos con el desde que somos peques o impregna todo; la cultura, la literatura, está en todas partes. Al final todas las personas, o la mayoría han tenido relaciones tóxicas o desiguales. Es algo que nos sigue controlando, el patriarcado es un arma infalible. Sigue generando estas relaciones de celos, de control, de maltrato, incluso de violencia física y sexual. De donde viene todo es de ahí.