Juguetes sexuales en pareja (colaboración)
En RATI siempre estamos dispuestas a leer vuestras experiencias y sugerencias. Por eso, hoy os traemos el testimonio de una de nuestras lectoras en el que explica su experiencia con los juguetes sexuales en pareja.
Hay cosas que hemos de descubrir por nosotrxs mismxs, es cierto, pero realmente necesitamos a alguien que nos explique la existencia de los juguetes sexuales, qué es peligroso y qué no.
Cada pareja es un pequeño mundo, con un poco de allí y otro de aquí. Sin embargo, en pocas se tiene la confianza para hablar de los juguetes sexuales. Desde mi experiencia puedo decir que ya puedes estar 3 años con alguien o 2 meses, el tiempo no determina la confianza, las ganas de más, de descubrirse.
Entré en el mundo de los juguetes sexuales cuando hablando con mi pareja surgió el tema, resulta que ambxs teníamos vergüenza de mencionarlo por qué pensaría el otro. ¡Qué pérdida de tiempo esperando a que el otro dijese algo! Entonces empezamos a buscar en diferentes páginas y sex shops. Para nuestra sorpresa, ningún juguete bajaba de 40€, siendo este el precio de los más básicos (forma fálica de plástico sin vibración).
Igual que la confianza entre pareja es esencial, entre amigxs ocurre lo mismo, y es precisamente la naturalidad al hablar de sexo que tengo con mi amiga lo que nos ayudó en esto. Nos descubrió una página, "Condones Mix", dónde hay desde condones de todos los sabores, hasta lencería; de aceites y lubricantes a arneses y juguetes dobles. Todo a muy buen precio. Además, siempre te regalan algo, por pequeño que sea.
Nos pasamos días y días mirando, ¡todo nos gustaba! Era todo un mundo, además de que en nuestro caso estaba todo por descubrir. Al final decidimos comprar una caja enorme de condones todos diferentes, un arnés, un lubricante eco y un vibrador un tanto grande. Hay muchísimos productos y todos tienen algo que les hace diferentes.
Nos moríamos de ganas por que llegara todo, y cuando finalmente llegó, era como si fuese navidad. Nos regalaron dados, otro lubricante y una venda de ojos. Al usarlo hay que hablar todo, pues puede que te haga daño, que te guste más de otra forma... Es como comenzar de cero.
Al comenzar es un tanto raro, pero, de nuevo, la confianza es la clave. Hemos de tener en cuenta que era la primera vez para ambos: él nunca había estado en relaciones y yo venía de una relación que podría llamarse "tradicional" en cuanto al sexo. Poco a poco vas descubriendo qué te gusta más, qué le gusta más a la otra persona. Es fundamental abrir la mente, porque algo que al principio choca o no llegas a pensar que te dará placer, lo hace.